Una Carta sobre el Amor, la Creatividad y la Humanidad

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Creo en los rituales y en el poder de las celebraciones. Este 7 de septiembre es el aniversario de Love&Fear y, para crear ambiente, me reuní con colaboradores y talentos que han estado trabajando en este proyecto a lo largo de este tiempo. Quería hacerles saber lo mucho que significa para mí tenerlos a mi lado. Durante una reunión en línea, les compartí una carta. Ahora, la comparto con ustedes.

2 años de múltiples colaboraciones.

He estado reflexionando últimamente sobre qué hace que nuestro trabajo juntos no sea solo productivo, sino significativo. En un mundo que a menudo nos reduce a métricas y entregables, quiero tomarme un momento para honrar algo más profundo: la profunda humanidad que aportamos a todo lo que creamos.

Hannah Arendt escribió una vez sobre el milagro de la acción humana, sobre cómo cada persona lleva dentro de sí la capacidad de comenzar algo completamente nuevo. Cuando tengo el privilegio de trabajar con ustedes, veo este milagro manifestado. En la forma en que abordan los problemas con ojos frescos, desafían supuestos y aportan una perspectiva única a los desafíos que enfrentamos. Cada uno de ustedes representa lo que Arendt llamó “pluralidad”: el hermoso hecho de que no hay dos personas que vean el mundo exactamente de la misma manera, y que esta diferencia no es un error en el sistema humano, sino su característica más extraordinaria.

Elizabeth Gilbert nos recuerda que la creatividad no es sólo dominio exclusivo de los artistas, sino una fuerza fundamental que fluye a través de todos los esfuerzos humanos. “El universo se inclina hacia la creatividad”, escribe, y veo esta inclinación en nuestras sesiones de brainsrtorming, en las soluciones elegantes que crean, en el cuidado con que abordan su oficio. Su trabajo es un acto de coraje creativo, ya sea que estén escribiendo código, creando estrategias, resolviendo problemas, diseñando visuales o construyendo conexiones. Todos ustedes son artistas de sus respectivos dominios.

Julia Cameron habla de la creatividad como una práctica espiritual, algo que nos conecta con nuestros seres más auténticos y entre nosotros. Me gusta la idea que ella llama “recuperación creativa”: el reconocimiento de que todos somos seres creativos a quienes a menudo se nos ha enseñado a dudar de nuestra propia capacidad creativa. Los invito a ver nuestras instancias de colaboración no solo como un sitio de producción, sino como un espacio para la recuperación creativa, donde nos ayudamos mutuamente a recordar y reclamar nuestra creatividad innata.

Lo que más me llama la atención sobre el amor en el contexto de lo que hacemos es cómo se manifiesta no en grandes gestos, sino en los pequeños actos de atención que nos ofrecemos mutuamente. El amor está presente cuando se toman el tiempo para escuchar verdaderamente la idea de alguien más, cuando comparten conocimiento generosamente, cuando crean espacio para que la contribución de otra persona brille. Está en la paciencia que mostramos cuando alguien está aprendiendo, en la celebración que ofrecemos cuando alguien tiene éxito, y en el apoyo que brindamos cuando surgen desafíos.

Maya Angelou dijo: “No hay mayor agonía que llevar una historia no contada dentro de ti”. Cada uno de ustedes tiene historias, de perspicacia, de innovación, de conexión humana, que solo ustedes pueden contar a través de su trabajo. Nuestra historia colectiva emerge del entretejido de todas estas narrativas individuales, creando algo más rico y complejo de lo que cualquiera de nosotros podría crear solo.

Adrienne Rich escribió sobre la “geografía de la imaginación”: el paisaje de posibilidades que se abre cuando honramos tanto nuestra creatividad individual como nuestras conexiones con otros. Nuestro equipo existe en esta geografía, donde su creatividad personal se intersecta con una misión compartida, donde la excelencia individual sirve al propósito colectivo. Y a pesar de que la geografía física a veces nos limita, la geografía de la imaginación nos mantiene unidos.

Me vienen a la mente las palabras de Rumi: “Déjate atraer silenciosamente por el extraño magnetismo de lo que realmente amas. No te llevará por mal camino”. Creo que cada uno de ustedes está aquí porque se sienten atraídos hacia algo significativo en este proyecto, ya sea la alegría de resolver problemas complejos, la satisfacción de construir algo valioso, o la realización que viene de contribuir a algo más grande que uno mismo.

La escritora Anne Lamott habla del “autocuidado radical” no como una indulgencia, sino como un pre requisito para la creatividad auténtica y el servicio a otros.Hoy quiero invitarlos a traer este espíritu a nuestro trabajo conjunto. Cuiden su ser creativo, honren su necesidad de descanso y reflexión, y recuerden que su bienestar no está separado de nuestro éxito colectivo: es el motor de él.

Mientras seguimos avanzamos, hoy quise hacer una pausa para conectar con esta conciencia: que nuestro trabajo es una expresión de nuestra humanidad, nuestra creatividad es un regalo que ofrecemos al mundo, y nuestro cuidado mutuo es lo que transforma un grupo de individuos en algo que se aproxima a la magia.

Para terminar cito a una de mis favoritas,Virginia Woolf: “Sin embargo, es en nuestra ociosidad, en nuestros sueños, que la verdad sumergida a veces nada hacia la superficie”. Hagamos espacio para la ociosidad y los sueños en lo que hacemos. Confiemos en el proceso de creación, que rara vez sigue líneas rectas. Honremos la alquimia misteriosa que sucede cuando personas talentosas y cariñosas se unen con un propósito compartido.

Gracias por traer su ser completo a Love&Fear. Gracias por su creatividad, su dedicación y su humanidad. Gracias por hacer que nuestra historia compartida sea una que vale la pena contar.

Con profundo aprecio, gratitud y emoción por lo que estamos creando juntos.

Con amor,

Tamara.

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